¡Hola, lectores de Hanami Dango! ¡Bienvenidos a una nueva recomendación! Llega ese momento del año en que es hora de despedirnos de los animes de temporada. La temporada de primavera llegó a su fin y junto a ella muchos animes que nos acompañaron estos meses.
Sin embargo, ese no es el caso de 86, a quien solo le dedicamos un hasta luego mientras esperamos el inicio de la segunda parte del anime. Esto significa que aún estás a tiempo de darle un vistazo en Crunchyroll a una de las joyas de la temporada.

Una guerra sin víctimas
El mundo de 86 es uno marcado por la guerra. La historia nos transporta a la República de San Magnolia, donde un conflicto con el Imperio Giadiano los tiene enfrascados en un combate sin parangón. Lo particular de esta batalla es que se da sin víctimas humanas, al menos eso es lo que dice la propaganda oficial. Quien protagoniza la historia es Vladilena Milizé, miembro de la milicia y quien está encargada de controlar a un escuadrón de estos robots.
En papel, esta parece una guerra limpia, donde ya no es necesario arriesgar vidas humanas. Sin embargo, muy pronto se revela que la República de San Magnolia es muy eficaz en ocultar el verdadero costo de esta batalla.
Los vehículos de combate están tripulados y quienes lo hacen son conocidos como los Ochenta y seis, ciudadanos de la República que no comparten los mismos rasgos que la gente de la capital, quienes tienen todos pelo plateado y ojos claros. Los Ochenta y seis básicamente son considerados menos que humanos y su único rol es morir en el campo de batalla.

El rol de los Handlers, las personas encargadas de “controlar” cada pelotón desde la comodidad de sus estaciones en la capital, es básicamente simbólico. Un nexo cerebral les permite comunicarse con las personas que luchan, pero frente a ellos no son más que puntos en sus pantallas, con números y estadísticas. Por esta razón muchos de los miembros de la milicia no prestan mayor atención a su bienestar y su trabajo no es más que una fachada. Sin embargo, Vladilena, a quien apodan Lena, es una persona diferente.
Ahora que entendemos la premisa de 86, es momento de indagar en los puntos más sobresalientes de este anime.
El verdadero costo de la guerra
Mucho podemos decir sobre el impresionante nivel técnico y los impecables diálogos de 86, pero consideramos que lo que vuelve a este un anime destacable de la temporada es cómo plantea su temática. Toda historia que se precie como tal tiene que tener algo para decir, una perspectiva del mundo, un mensaje, si queremos simplificarlo. 86 toma su primera parte para cimentar los distintos tópicos sobre los cuales quiere echar luz. Entre ellos, el que más motiva el conflicto es el racismo y la discriminación.

Los Ochenta y seis son vistos como menos que humanos y, aunque dentro de la milicia no es secreto que son usados como herramientas desechables, a nadie parece importarle. Que el anime trate esta temática no es nuevo, muchas series han decidido enfocarse en esta temática. Lamentablemente el resultado suele ser menos que estelar.
Como mencionamos en nuestra nota analizando Promare y BNA, el anime falla en mostrar representaciones de actitudes racistas que se equiparen con cómo esta problemática se presenta en la realidad. Uno de los puntos en los que se falla con frecuencia es en la racionalización del racismo. En muchos animes los grupos discriminados suelen ser o poseedores de características que los hacen peligrosos, como en Promare, o suele ser un odio heredado por un previo conflicto, como es el caso de Shingeki no Kyojin y hasta Fullmetal Alchemist. Sin embargo, en la realidad, el racismo nunca tiene un sustento lógico, siempre es irracional.
Hasta el momento, este anime viene haciendo un buen trabajo en no justificar el odio y el trato que los Ochenta y seis reciben. Posiblemente sea muy pronto para cantar victoria y, a lo mejor, en el desarrollo de la historia descubramos que hay algún secreto sobre este tema. Pero por ahora mantengamos la fe en que esta sólida representación de un tema tan horrible va a seguir siendo ejecutado con un buen nivel.

Otro punto sólido a la hora de graficar el racismo se da con la propia Lena. Como mencionamos previamente, ella no es como el resto de sus compatriotas. Su padre le inculcó desde pequeña que la guerra tiene víctimas humanas y que los Ochenta y seis son personas como ellos. Es por eso que ella, a diferencia de todos los otros Handlers, busca ser partícipe de la vida de los soldados que comanda y tratar de brindarles genuina ayuda.
Aún así, a pesar de todas sus buenas intenciones, Lena nació en un sistema racista y se vio beneficiada por esto. Por eso no está libre de ciertos prejuicios y, así mismo, el simple hecho de que reciba beneficios por su raza hace que nunca pueda estar en el mismo nivel que los Ochenta y seis.
El anime está narrado con dos puntos de vista. Solemos pasar la mitad del tiempo en el campamento del escuadrón Spearhead, el grupo de 86 que protagonizan el relato, y la otra mitad junto a Lena, tratando de luchar en un sistema que no ve el mundo como ella. Estos dos puntos de vista balancean muy bien el desarrollo que ambas partes tienen, pero nunca ponen a Lena en igualdad de condiciones con la gente que genuinamente está dando su vida por una nación que le da la espalda.

Hacer a una guerra hermosa
Este gran desarrollo temático va de la mano de un nivel técnico y una dirección que fortalece cada aspecto que plantea y una narrativa que se desarrolla a un gran ritmo y va desvelando sus diferentes aristas en los momentos justos.
Por el lado de la historia, 86 puede parecer un anime un tanto lento. Esto no significa que nada pase, de hecho cada capítulo está cargado de revelaciones y progreso de los personajes. Pero como a gran escala aún no tenemos una dirección clara, esto puede generar esa sensación de que la historia en sí aún no comenzó. Esto no es algo negativo, simplemente es algo que destaca porque no muchos animes actualmente toman esta estrategia a la hora de plantear sus historias.
También es imposible no mencionar la importancia de Ishii Toshimasa, el director de este anime. Varios de los episodios no están contados de forma lineal y esto muestra una gran habilidad para ir construyendo un relato y jugando con la causa y efecto sin perderte en ningún momento. La calidad técnica acompaña, en especial en las escenas de acción. Así mismo hay un buen uso de imágenes representativas, de encuadres que dicen más que el propio texto.

El CGI, un punto muchas veces criticado en los animes, acompaña muy bien las escenas de acción y los mechas se mueven de manera fluida y dinámica. Las coreografías de acción a veces son un poco toscas, lo cual nace del diseño casi insectoide de los robots, pero no por eso son menos intensas. En el diseño general es posible notar cómo esta no es una guerra glamorosa. El humo, el lodo, las explosiones, los escombros que quedan luego de un combate. Todo esto ayuda a que se sienta escalofriantemente realista.
Es importante también destacar que en este anime no puedes encariñarte con ningún personaje, o, mejor dicho, sugerimos que no lo hagas. Porque, tarde o temprano, vas a tener que despedirte de ellos.

Para generar impacto y martillar la idea de que la muerte es algo habitual en la vida de los Ochenta y seis, muchos personajes perecen a lo largo de la trama. Esto hace que a veces sea difícil llegar a conocer en profundidad a estos soldados antes de que mueran. Aunque no significa que sus muertes sean intrascendentes, simplemente el acento no está puesto en generar drama porque tal personaje murió, sino en remarcar el impacto que eso tiene en el resto del elenco, principalmente en Lena.
Así mismo, esto solidifica la idea de que esta es una guerra. Lamentablemente durante estos conflictos muere muchísima gente y no todas estas muertes tienen un genuino impacto en todo lo que sigue pasando. A veces un soldado muere y las cosas continúan como si nada. Esa es la vida de los Ochenta y seis y esa es la amarga idea que cierra esta primera parte del anime.
Con esto no queremos decir que los personajes no importen, y 86 tiene un elenco central que logra sostener la serie. Por un lado Lena y por el otro Shinei, el líder del escuadrón Spearhead en el campo de batalla.

Esta, debemos reconocer, es una temporada cargada de sorpresas. Desde Oddtaxi, Super Cub y 86, la verdad es que estos animes, de los cuales no esperábamos mucho, terminaron robándose los primeros puestos en el top de series que más disfrutamos. 86 es una de las joyas y si la segunda parte logra estar a la altura, este anime puede ser sólido candidato a lo mejorcito del año.
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