¡Bienvenidos a su habitación, pacientes de Hanami Dango! Hoy os traemos una crítica de Acabé hecha un trapo huyendo de la realidad (Genjitsu Touhi shitetara Boroboro ni Natta Hanashi). Este manga es la tercera obra autobiográfica de Kabi Nagata que Fandogamia trae a España.

Título: Acabé hecha un trapo huyendo de la realidad.
Autor: Kabi Nagata.
Editorial: Fandogamia Editorial (Línea YAMANOTE).
Traductor: Luis Alis (Nagareboshi SL.).
Género: no-ficción, slice of life.
Volúmenes: Tomo único a color.
Precio: 12,00 €.
Aclaramos que, aunque este manga y los anteriores de la autora pueden leerse de forma independiente, recomendamos haberlos leído previamente para comprender ciertas situaciones. Si no conocíais la obra de Kabi Nagata, os aconsejamos leer la reciente recomendación que hicimos en la web de sus dos primeros trabajos.
El manga nos sitúa aproximadamente un año después del epílogo de Diario de intercambio (conmigo misma). Lo primero que sabemos es que nuestra querida Kabi va a ingresar en el hospital (sí, otra vez). Lo diferente de las veces anteriores es que, en este caso, no va a ser un ingreso voluntario. Ahora sufre pancreatitis aguda y esteatosis hepática debido a sus problemas de alcoholismo, por lo que tiene que pasar unos cuantos días dentro del hospital.
De forma simultánea a su ingreso y en sus posteriores meses de recuperación en casa, sufre un debate interno sobre su propio trabajo como mangaka. ¿Debe seguir escribiendo mangas sobre su vida o dedicar sus esfuerzos a crear obras de ficción? Obviamente, sabemos las respuesta, pero es este planteamiento sobre el que verdaderamente se acaba sosteniendo el manga.

Me llamo Kabi Nagata y soy alcohólica
Pese a que la premisa nos vende que el paso de Kabi por el hospital va a ser el foco central de la obra, rápidamente nos damos cuenta de que no, pues la propia autora es la primera en dejarlo claro. Aun así, es esta parte del manga la que nos cuenta más cómo sigue siendo la vida de la propia autora.
Resulta bastante chocante su estado actual, con análisis de sangre cuyos valores multiplican por 15 los máximos recomendados, teniendo en cuenta el final de Diario de intercambio. En el tramo final de dicho manga ocurren dos intentos de ingreso voluntario debido a problemas de vejiga derivados de su alcoholismo. Ninguno de los dos fueron demasiado bien. En el primer intento, no llegó a entrar y en el segundo apenas estuvo unos pocos días que resultaron muy duros para ella. Finalmente, decide intentar mejorar por su cuenta y, durante el epílogo, acabamos por saber que ahora su consumo se reduce únicamente a cuando sale con amigas.
Ella misma comprende que este nuevo ingreso es merecido, pues su comportamiento es el de una adicta. El primer capítulo es un repaso completo por todas las excusas que acabo inventándose para poder empinar el codo, desde un bar abierto en año nuevo a comprar alcohol en grandes cantidades para beber en casa porque ya la reconocen en los bares de la zona.

Es quizás por ello que ella misma acaba por tomarse este ingreso de una forma mucho menos dramática que la anterior. Claramente, no termina de estar a gusto estando en el hospital ni cuando tiene que ajustarse a su nuevo estilo de vida de vuelta en casa. Aun así, lo muestra de una forma muy simpática, como su nombrado «trío de la pancreatitis aguda», o riéndose de su forma de actuar de una forma crítica.

El otro punto que hace que este tramo de su vida no parezca tan amargo es la propia situación personal de Kabi. Tras una deriva muy negativa, acaba por mejorar la relación con sus padres al final de Diario de intercambio gracias al apoyo que recibe de ellos durante sus primeros intentos de ingreso. Además, ambos padres son más conscientes de la situación de su hija al haber leído sus trabajos. Esto se refleja en la confianza que hay entre ellos en sus visitas al hospital y en su vida diaria.
También, esto se nota en que la historia no se centra en algunos de los otros conflictos de la autora por la propia situación en la que se encuentra y por el propio punto de interés de este manga (esperad al siguiente apartado). En Acabé hecha un trapo, no encontramos esa búsqueda sáfica del amor (la cual protagoniza uno de sus siguientes mangas) ni esa presión encima suya para volverse una adulta de provecho.
Ser o no ser Kabi Nagata

Es difícil hacer una verdadera separación entre los eventos del propio manga y sus divagaciones, pues irremediablemente estas se producen conforme ella vive dichas situaciones. Nuestro motivo para separar ambas partes de la obra responde al valor que tiene ese debate sobre la propia autora.
Kabi Nagata, al final de su segundo manga, decide dejar de hacer «no-ficción» y se puede decir que tenía motivos. Cuando su familia descubre su trabajo autobiográfico, el punto de vista que refleja genera cierta incomodidad en sus relaciones. Al final, la convivencia con su familia acaba de forma positiva, pero las reacciones que podían tener sus padres era algo que la afectaba mucho. A esto se le suman las críticas que ve por ciertas redes sociales, tachándola ser una mala persona que se restriega en su miseria. Estos comentarios, aunque mínimos, resultan bastante duros y más si tenemos en cuenta la situación que vivía la propia mangaka.
Es así como decide desde el principio que no piensa dibujar sobre su nuevo ingreso y centrarse en los diversos encargos para hacer one-shots de ficción que tiene en ese momento. Obviamente, tanto nosotros como la propia Kabi somos conscientes de que acaba por volver a este tipo de obras, por lo que no duda de burlarse también de esa negación tan exagerada de sí misma que estaba realizando.

Ya salida del hospital, este autoengaño le acaba por provocar un bloqueo, el cual se ve acrecentado por su dificultad para resistirse a beber alcohol. El estrés que le genera esto y varios comentarios positivos sobre su obra previa la acaban llevando de vuelta a escribir sobre su vida.
El hecho de que este desenlace sea positivo no es porque vea que es incapaz de hacer mangas de ficción, si no porque se da cuenta que no puede dejar que su forma de crear obras se vea afectada por lo que digan los demás. Sí, se puede aprender de las críticas, pero la negatividad injustificada de un desconocido detrás de una pantalla es mejor dejarla olvidada.
Nada es tan sencillo y menos cuando creas este tipo de manga, pero podemos estar contentos de que tendremos más de una Kabi Nagata que no se restringe a ella misma.

Mucho naranja y más «manga»
Pasando ya a un aspecto más visual, podemos ver que Acabé hecha un trapo huyendo de la realidad es algo nuevo en comparación con lo que ya conocemos de la autora.
Lo más obvio a simple vista es el naranja fosforito que tantos problemas dio a Fandogamia a la hora de traer este manga y el cual ha invadido también este post. Lo cierto es que podríamos hacer nuestras teorías sobre qué motivos hay para cambiar el rosa tan característico de los mangas anteriores, pero no hay lugar para las fantasías.

Con motivo del Toronto Comic Arts Festival de este 2021, Nagata realizó una entrevista que estuvo disponible temporalmente en YouTube en la que reveló que ese particular naranja se debe a un fallo cuando le envió el borrador a su editor. Ambos, autora y editor, decidieron dejarlo así al ver que quedaba bien, aunque ella ha regresado a su característico rosa en las obras que todavía no nos han llegado de Japón.
El otro detalle a destacar es la composición de las viñetas. En nuestra recomendación ya hablamos de como su composición más simple la alejaba de lo que estamos más habituados en el manga convencional. En Acabé hecha un trapo, en cambio, sí se acerca más a ese estilo. Lo más probable es que esto se deba al haber estado dedicando sus meses previos a mangas de ficción y a la propia lectura de más mangas por su parte, a los cuales hace referencia. Pese a ello, sigue reflejando muy bien visualmente lo que acompaña a sus textos, aunque también deja viñetas en las que ver solo cómo se comporta ella.

No es un cambio que afecte demasiado, pues el manga funciona de manera similar a sus trabajos previos. De todas formas, este detalle es un ligero toque más al valor que puede tener esta obra.
Un punto de inflexión
Acabé hecha un trapo huyendo de la realidad es un manga que, aunque cualquiera puede considerar inferior a lo anterior visto de la autora, resulta en una de sus obras más importantes.
Su estructura recuerda más a Mi experiencia lesbiana con la soledad, y no solo por el hecho de que la narración de todo el manga esté hecha una vez terminados los acontecimientos. Este tomo, al igual que su primer trabajo autobiográfico, toma más ese efecto liberador, siendo en este caso respecto a la forma de crear sus obras.

También recuerda a Diario de intercambio (conmigo misma) en el sentido que, al ser unos eventos tan cercanos en el tiempo, le permite reflejar más su propia forma de ser. Al ser algo mucho más concreto que una década de vida, podemos ver mucho más detallado su comportamiento ante la situación sin reducir el foco sobre los eventos.
Es ante la combinación de ambas cosas que Acabé hecha un trapo huyendo de la realidad se vuelve un pilar de los trabajos que nos esperan de Kabi Nagata. No solo por el hecho de que este tomo es la confirmación de que leeremos más cosas sobre ella, si no porque sus siguientes mangas publicados se centran en aspectos concretos de su vida, como la comida o el amor. Esperamos con ansias el momento en que se anuncie su llegada a España.
En conclusión, nunca huyáis de la realidad o acabaréis hechos un trapo.

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