¡Siempre es un placer encontrarnos, seguidores de Hanami Dango! Hoy termina Appare-Ranman! y no se nos ocurre mejor despedida que comentar juntos todo lo que este anime nos ha ofrecido. ¿Estáis listos? Here we go!
Appare-Ranman! fue uno de los animes perjudicados por la COVID-19 en la temporada de primavera, siendo retrasado tras su tercer episodio. El 3 de junio se reanudó su retransmisión, empezando de nuevo por el primer capítulo. Pudimos ver el cuarto el día 24 de ese mismo mes. Pero, estos impedimentos, lejos de quitarnos las ganas de disfrutarlo, las aumentó. Además, Selecta Visión licenció su simulcast y siempre deberíamos apoyar este tipo de proyectos.
Aunque se haya empezado a publicar un manga, este anime es completamente original: ambas obras se estrenaron casi a la vez el pasado abril, con una semana de diferencia. El estudio encargado del anime es el archiconocido P.A Works (Another, Angel Beats, Fairy Gone) y detrás de su manga está la revista Young Ace (Another, Neon Genesis Evangelion, Bungō Stray Dogs) de la editorial Kadokawa Shōten.
Este anime, de trece episodios y ambientado en el siglo XIX, es un shonen histórico, de coches y de aventuras, con dos protagonistas muy diferentes. Hablamos de Appare y Kosame. Sorano Appare es un inteligentísimo ingeniero, muy hábil con la mecánica, pero torpe en cuanto a capacidades sociales se refiere: siempre serio, solitario, poco hablador. Isshiki Kosame es un samurai con miedo a utilizar la espada. Este curioso tándem ya supone uno de los rasgos de identidad de la obra.

El concepto de buddy movie se utiliza a menudo en el cine y hoy lo trasladaremos aquí. Se entiende bajo esa idea a una historia protagonizada por la relación de dos hombres bastante diferentes que terminan aprendiendo el uno del otro, siendo ambos un poco más el otro, y respetándose y apreciándose entre ellos. Un ejemplo muy bueno y entendible para todos es Woody y Buzz, de Toy Story. Lo viejo y lo nuevo, realidad y fantasía, que termina adoptando conductas contrarias que les hacen crecer. Eso no es volar, es caer con estilo, lo refleja bien: primero lo dice Woody… y más tarde Buzz.
Nada más saber de qué iba Appare-Ranman!, antes ya de que se estrenase, pensamos en el concepto con relación a Appare y Kosame. El visionado nos lo acaba confirmando. Son dos personajes bien diferentes, con Appare actuando de forma lanzada y arriesgada respecto a sus sueños, con Kosame mucho más temeroso por su pasado. Con Kosame queriendo ayudar a todo el mundo y poniéndose rápido en su lugar, con Appare no dándose cuenta habitualmente de cómo se sienten los demás (carece de empatía).
Pero Kosame evoluciona hasta ser capaz de luchar para protegerlos a todos e incluso dar su vida por Appare. Y Appare empieza a preocuparse por los demás en algunos capítulos… y se desquicia completamente cuando hieren de gravedad a Kosame, tirando por la borda la calma que siempre le había acompañado. En el capítulo final hemos visto el culmen de sus evoluciones: Kosame decide quedarse en el lleno de oportunidades Estados Unidos o, lo que es lo mismo, no regresar a su tranquilo Japón, y Appare es capaz, ya no de sentir afecto, sino de expresarlo e incluso llorarlo; estos dos cambios son completamente por el otro, derivados de su amistad.
Appare-Ranman! no es una buddy movie tan perfecta respecto a la norma (tiene otros muchos personajes que también influyen en ellos), pero nos vale para hablar de uno de los muchos puntos en los que este anime acierta. Y una de sus primeras dualidades.




Su narrativa cinematográfica está llena de dualidades ya desde el argumento y no solo por los protagonistas tan diferentes. Estos dos japoneses terminan en Estados Unidos por un percance en el que se ven envueltos ambos y, al no tener ni dinero ni medios para regresar a casa, participan en la Trans-America Wild Race, una carrera de coches que atraviesa el país, desde Los Ángeles a Nueva York, en busca del premio que les permita el viaje de vuelta. Gracias a las diferentes nacionalidades entre los personajes que van conociendo, habrá algunos choques culturales … como el del onsen, que no era onsen.
De la misma forma, lo que comienza como una historia con una sinopsis clara, no se desarrolla así en realidad: la carrera no es la única trama. Pronto conocerán a Hototo, un niño Nativo Americano que quiere venganza tras el asesinato de su padre a manos del misterioso Gil T. Cigar (interpretado por un siempre brillante Daisuke Ono). Algo que, aunque parezca solo un objetivo de este personaje, un suceso que le dé profundidad, conforme avanzan los capítulos se vuelve más y más importante. Hasta el punto de hacerlo saltar todo por los aires, carrera incluida, en el capítulo diez.
Porque Appare-Ranman! se mueve entre dos países (porque que Al y Sofia sean europeos y Xialian de ascendencia china no marca la diferencia), mezcla dos historias, juega con dos tonos… y lo hace a la perfección, encontrando el equilibrio en el que las dualidades que ha escogido contrastar generan una buena armonía.
Cuando hablamos de dos tonos, nos referimos a que este es un anime muy divertido, pero con momentos de gran carga trágica, moviéndose así de la comedia al drama sin despeinarse. Un buen ejemplo de esto son los capítulos nueve y diez, que no solo son completamente diferentes, sino también consecutivos.
El episodio nueve, short break, es un episodio increíblemente cómico. Los personajes, como su propio nombre indica, se encuentran en un pequeño descanso, en una de las paradas que tiene la carrera, y dicho descanso nos dejará momentazos. Appare, que sigue queriendo perfeccionar su automóvil, está tan metido en su mente que no es para nada consciente de lo que hay a su alrededor ni de lo que hace. Lo mismo entra en una peluquería como camina con una muñeca enganchada a una pierna y un pie metido en un cubo ¡o hasta se sienta sobre un burro! ¡Tan surrealista que no podemos parar de reír!
Pero también nos hicieron reír los hermanos The Bad, Tristan y Chase, dejándose puesta el primero de ellos su terrorífica máscara para poder comprar tartas de manzana saltándose toda la fila, al atemorizar al resto de clientes a pesar de ser muy simpático. Y cómo olvidar a Sofia, Al y TJ en su escena con el tequila, en la que los dos últimos se retan y Al termina borracho tras el primer vaso… pero Sofia gana de forma apoteósica, e inesperada, a TJ, que hasta acaba en el suelo.
Que todos los personajes se reúnan, sin planearlo, en una fuente termal también da mucho juego… porque los dos japoneses la confunden con un onsen y entran desnudos mientras los demás llevan bañador. En esta escena el pobre Dylan confirma que no se va a librar del ruidoso grupo ni un momento. Y mientras cada uno disfruta del agua a su manera (todas divertidas), Appare vuelve a hacernos reír cuando le vemos haciendo la croqueta en la fuente, girando tumbado sobre el agua con Hototo (el Hototo animalillo, no el Hototo niño) corriendo sobre él a la vez que gira.
En resumen: el capítulo nueve de Appare-Ranman! es un cuadro. Pura diversión y exageración. Pero también es un rayo de luz antes de la tormenta. Es un episodio tan tranquilo que el choque con el siguiente es aún más grande.
Porque en el capítulo diez, The Bridge to Hell, hay muchas sorpresas y cosas épicas, pero sobre todo dolor. La carrera se retoma y, en esta fase, los corredores “compiten” contra un tren que toma el mismo camino; no vamos a profundizar en que la rivalidad del antiguo tren y el novedoso coche de la época se nos deja caer, también con diálogos que lo hacen más explícito, aunque sería otro de los interesantes temas que este anime incluye y está bien destacarlo. Lo realmente importante es que Gil T. Cigar, con su identidad completamente revelada, ha secuestrado dicho tren. Tren en el que, por cierto, va Sofia.
Con el compañero blando convertido en el duro antagonista, todo se encrudece. Y todos los personajes intentan hacerle frente, pero es un monstruo que no duda ni al golpear, ni al disparar. Cada vez, su tono de voz es más rudo y cada vez habla de forma más violenta a Appare y el resto. Empieza, entonces, a destruir coches, empezando por el de Xialian, cosa que irremediablemente nos duele, porque sabemos lo mucho que le costó a ella conseguirlo.
Pero es que, después de hundir a Dylan hablando de Claudia (haciéndonos saber más de ella, todo sea dicho), acaba con el coche de Appare y Kosame. Con un cigarro, como si no valiese nada. Si la escena ya era tensa, ahora lo es mucho más. Porque ese coche es su esfuerzo, es las veces que lo han conducido junto a Hototo, es las horas de reparación y rereparación que le ha echado Appare y es todas las ilusiones y esperanzas que han puesto en él. Aun así, aun tras esta pérdida que es más sentimental que material, lo peor está por venir.
Con todos los coches convertidos en agujeros de bala, Appare grita que ya basta y, cansado Gil de sus protestas, cumple con sus amenazas… y le dispara. Kosame, demostrando ese gran afecto que ha surgido entre ellos y lo fuerte que se ha hecho, es quien recibe el tiro al ponerse en el medio. Y Appare se rompe completamente con su amigo desangrándose. El chico siempre tranquilo, ahora no puede parar de gritar descompuesto. El propio Kosame, risueño mientras le cuesta respirar bromea con lo raro que se le hace verlo tan alterado.
Hasta con su propia creación se muestra frustrado cuando no da señales de vida al intentar ponerlo en movimiento (“gracias” a que Gil se ha ido con todos los suyos en el tren lleno de rehenes, dejando al grupo solo). Es entonces cuando todo lo visto en el capítulo da igual. Y en el anterior. Y en todos. Porque el capítulo diez termina con los gritos de Appare. Kosame. Kosame. No sabemos quién se siente más roto, si Appare o el espectador. Aún notamos el nudo en el estómago.
A partir de aquí la historia da un vuelco al dejar la carrera, la que parecía protagonista en los primeros capítulos, en un segundo plano.
La sensaciones que dejan los episodios nueve y diez son totalmente diferentes, así como lo que ocurre en ellos y su tono. Aunque veamos también en ellos algunos de los temas en los que el anime ha hecho hincapié. Como el de la mujer.
Capítulo 9: Xialian y Sofia, relajadas en la fuente termal Capítulo 10: todos preocupados por Kosame perdiendo mucha sangre
¡No te permito que la insultes! ¡Claudia te eligió por propia voluntad! ¡La pelea daba igual! —TJ
Jing Xialian viene a recordarnos que las mujeres podemos tener el mismo derecho a hacer lo que queramos desde el primer día. A esta joven de ascendencia china le gustaba la idea de participar en la carrera, pero en el taller en el que trabajaba (en el que todos eran hombres) ninguno se lo planteaba. Sin embargo, ella practicaba a escondidas y llegó a demostrar todas sus capacidades, consiguiendo que al final, el jefe la escogiese para la competición. Xialian termina en segunda posición, por encima de favoritos como Dylan, demostrando lo que ya no debería necesitar demostración.
Todo esto, que hemos resumido en un párrafo, pasa por nuestra cabeza cuando vemos sus ojos tristes tras los disparos de Gil a su coche. Además, él hace eso justo después de menospreciarla, de darle valor y añadir “que es un desperdicio para una mujer”. Aunque esa mujer también intentase hacerle frente como los demás. Porque Xialian, ante todo, es fuerte y sabe luchar.
De hecho, en el capítulo nueve, la vemos luchar junto a Kosame, que reconoce que es buena, así como en un recuerdo cuando le habla al japonés de su padre. Él la enseñó, reconociendo que el mundo es difícil, especialmente para las mujeres. Se encargó de que dominase el kenpō (arte marcial) y de que fuese fuerte… tanto que pudiese superarlo. Cosa que, de hecho, consigue.
Un momento precioso relacionado con las mujeres tiene lugar en el capítulo once y lo protagoniza TJ. Descubrimos que tanto Dylan como él estaban enamorados de Claudia y un melancólico Dylan dice que si se la hubiese arrebatado, a lo mejor seguiría viva. Pero es que Claudia no era una posesión de ninguno y TJ se lo recuerda (con puñetazo incluido): porque daba igual el ganador del duelo que libraron, fue ella quién le escogió.
Por más trenes y coches que se inventen, por más progreso que haya… no habrá ninguna nueva era. No mientras yo viva —Gil T. Cigar
Otro de los temas, como ya adelantamos, es el progreso, de ahí que una carrera de coches nos fuese presentada como centro argumental en un principio. El progreso acompaña a toda la historia, con Appare perfeccionando cada vez más su vehículo, cuando se junta tren y automóvil y es irremediable establecer una comparación entre medios de transporte. Pero el momento grande para este tema es del capítulo once.
El capítulo once, Rain in the Dark Night, mezcla los tonos de sus dos episodios predecesores. Como no podía ser de otra forma tras el final del anterior, este capítulo tiene una primera parte con gran carga dramática, que desemboca en un nuevo mensaje de esperanza hacia los diez últimos minutos, gracias a un alegato en favor del progreso. Y es Kosame quien da ese mensaje, el que devuelve esa esperanza, ya no al anime o a nosotros, sino a Appare.
La evolución de Appare termina de perfeccionarse con su sentido monólogo final, pero ya en este capítulo podemos apreciarla: Appare no solo siente el cariño que se ve en esa escena, sino también el dolor que nos rompe en estas. Está completamente vacío, a la vez que confuso, por no entender sus sentimientos. Además, ha perdido cualquier tipo de esperanza en la carrera: Kosame puede estar muriéndose, Kosame que al principio veía como una idea tonta la carrera, la carrera que tan duramente se ha reventado. No quiere seguir, no quiere ni siquiera arreglar el coche. Appare está destruido y nos destroza a los demás cuando, sin poder aguantarlo más, todo su vacío y su desconcierto se convierte en un llanto desconsolado. Llora con tanta fuerza, con tantos gritos, que no solo nos dan ganas de acompañarle, sino que comprendemos lo mucho que ha cambiado. Lo mucho que siente ahora.
Pero Kosame despierta… y le explica a Appare por qué ha podido hacerlo. Le han hecho una transfusión de sangre para compensar toda la que él había perdido. Porque, gracias al progreso, poca cantidad de sangre de una persona puede salvar de morir a otra (siempre que sean compatibles). Las amenazas de Gil no se cumplirán. No si luchan y trabajan para que el avance sea imparable. Una nueva era sí es posible.
En este mundo hay gente con ideas brillantes. Si esto no existiera, yo estaría muerto. ¿Lo entiendes, Appare? Gil dijo claramente que nadie podía detenerlo. Pero sí que hemos podido. Este avance médico le ha vencido. Dime, Appare… ¿hasta dónde puedes llegar? No dejes que nadie te diga hasta dónde puedes llegar. ¿Tengo razón? —Kosame
Por si fuera poco el alegato en favor del progreso de Kosame, Appare-Ranman! vuelve a regalarnos un mensaje en clave que también apela a la evolución, a la mejora. ¿Sois conscientes de a qué nos referimos? Los planes de Gil se ven truncados en el último momento. Son capaces de detener el tren que pretendía entrar en Chicago con Sofia y con un inmenso cargamento de explosivos, ¿pero cómo? Con un coche. El coche de Appare es capaz, con mucho esfuerzo, de contener al tren sin frenos. Appare y el resto ganan a Gil T. Cigar. El coche gana al tren. El progreso gana a la violencia. Creemos que ese es el mejor mensaje que deja esta historia.
Hemos querido centrarnos en la narrativa del anime, en lo más destacado de su historia, pero nos gustaría acabar haciendo mención a algunos aspectos más puramente audiovisuales. La animación de esta obra es muy buena, correcta con la velocidad que requiere un anime como este. Su paleta de colores es bastante llamativa y esto es gracias a un diseño de personajes de lo más atrevido: a pesar de que los acontecimientos tienen lugar en el siglo XIX, su aspecto físico y su vestuario no acompaña para nada al contexto histórico.
No se vestía como los personajes a los que hemos seguido lo hacen. Esta licencia podría incomodarnos, pero no lo hace en absoluto. Porque aunque no vaya acorde con la realidad de la época, sí que concuerda con la ficción. Porque los extravagantes colores y las modernas ropas y peinados reflejan el carisma de sus dueños, conforman también su personalidad. ¿Os imagináis a TJ sin su casaca verde, sus rastas moradas y sus aparatosas gafas? ¿O a Appare sin sus coletas bicolores y su peto? Por eso, los únicos que sí dan el pego, son los secundarios, los personajes de fondo, ya que ni tienen relevancia, ni individualidad. Esto pasa también con los coches, a cada cual más estrafalario.
La banda sonora podríamos decir que brilla por lo poco que reluce, no es para nada destacable… algo que choca con su opening. Su canción de apertura tiene ritmo, es pegadiza y original, y está bien acompañada de imágenes que nos muestran, no solo sus personajes, sino también lo que encontraremos en el anime: colores, velocidad, luchas con pistolas, katanas y manos desnudas.
Porque Appare-Ranman! es un formidable dúo, es un grupo carismático, es comedia y es drama, es pelea y descanso, es dos historias, es carcajada, es emotividad, es la esperanza que llama a dar el paso hacia adelante. Appare-Ranman! es, simplemente, Appare-Ranman!: una armoniosa locura en perfecto equilibrio.

¿Sabéis qué anime superdivertido de la temporada pasada nos encantó? ¡Pues Hamefura! ¿O queréis ver otro dúo de personajes muy diferentes? ¡Entonces os recomendamos Fugou Keiji: Balance:Unlimited, sobre dos policías con visiones antagónicas de su oficio… y antagónicos presupuestos! ¡Terminó justo ayer! ¡Hacednos saber en los comentarios y nuestras redes sociales si os gustaría que hablásemos de él en el futuro! ¡Nos leemos en otra ocasión, seguidores de Hanami Dango!
[…] Appare-Ranman! – Un anime en perfecto equilibrio […]
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