¡Bienvenidos, seguidores de Hanami Dango! Aprovechando nuestro particular repaso a la obra de Junji Ito con motivo del próximo Halloween, hoy os traemos la recomendación de Gyo. Publicado por ECC en España, este manga narra como la tranquilidad del archipiélago japonés se verá perturbada por la aparición de unos peces con patas que amenazan con pudrir todo lo que toquen. ¡Ficha técnica y empezamos!

Gyo-Hanami-Dango-01

Título: Gyo
Título original: Gyo: Ugomeku Bukimi (Peces: retorciéndose espantosamente).
Guion y dibujo: Junji Ito.
Editorial: ECC Ediciones.
Género: terror, drama, misterio, psicológica.
Formato: Tomo único. Rústico (Flexibook), 400 págs.
Precio: 22,95 €.

Kaori y Tadashi deciden pasar sus vacaciones en Okinawa cerca del mar para desconectar. Tadashi es muy aficionado al submarinismo y tras un pequeño incidente con unos tiburones durante una inmersión, la pareja decide volver a Tokio…
Pero antes de poder regresar empiezan a aparecer extrañas criaturas parecidas a peces con patas. ¿Qué son realmente estos seres? Además, un olor a muerte empieza a impregnar toda la isla. ¿Qué lo está causando?

Antes de sumergiros de lleno en el oscuro imaginario de Gyo, queremos recordaros que estamos sorteando un ejemplar de Tomie. Para participar solo tenéis que dirigiros al siguiente tweet y compartirlo para participar. Ahora sí, os dejamos con la recomendación ¡Mucha suerte!

El manga comenzó su publicación original en la revista Big Comic Spirits, perteneciente a la editorial Shogakukan, entre 2001 y 2002. Un periodo en el que Junji Ito continuaba trabajando en Las Caprichosas Maldiciones de Soichi o en algunas de las últimas historias que en España se publicaron en los volúmenes de Relatos Terroríficos.

Por tanto, hablamos de un periodo en el que el mangaka ya había encontrado la suficiente madurez como para abordar el reto que suponía dibujar Gyo.

Aun así, esta afirmación puede parecer algo chocante, ¿cómo es posible que Gyo fuese un reto para Ito si un año antes había presentado la exitosa Uzumaki (2000)? Seguid leyendo para descubrirlo.

El terror repugnante

La historia de Gyo nos sitúa en Okinawa, cuando Tadashi y Kaori disfrutan de unas vacaciones en la casa de la playa de un familiar cercano. No obstante, este pequeño retiro de amor se verá interrumpido por la aparición de una criatura marina bastante inquietante.

Lo curioso de esta historia y lo que la diferencia de otras obras de Ito es que se encuadra dentro de un tipo de terror que busca la repulsión a través de la deformación de lo orgánico. Por tanto, en Gyo el terror se produce por el asco o aversión que como lectores vamos a sentir al ver algunos de los paneles de Ito.

Es decir, estamos en una historia donde lo físico prima sobre lo psicológico y en la que el objetivo principal de Ito es el de revolver las tripas de cualquiera de sus lectores.

Esto hace que Gyo sea bastante particular pues, si bien en otras historias del mangaka se coquetea con esta idea, es en esta historia en la que vemos una apuesta total por lo repugnante de principio a fin.

Posiblemente muchos de vosotros estaréis pensando, ¿acaso lo asqueroso puede considerarse terrorífico? Lo cierto es que sí. Como nuestra intención es la de no aburriros con definiciones académicas del género, simplemente diremos que, por una cuestión antropológica, se asocia lo bello al bien (entendido como Dios) y lo feo al mal (entendido como lo demoniaco o esotérico).

En definitiva, los nauseabundos peces de Junji Ito son la encarnación propia de la ausencia del bien, un mal total que amenaza con arrasar Japón. ¿Acaso no es eso terrorífico?

Body-horror terroríficamente ortodoxo

No obstante, el cómo lo repugnante se termina colando en la narración de Gyo es lo verdaderamente interesante.

Como hemos descrito con anterioridad, Kaori y Tadashi son los protagonistas de una historia que, por los diferentes acontecimientos, va a acabar con un festín de deformaciones corporales. En el terror, más concretamente dentro del body-horror, es bastante común que estas deformaciones se relacionen con la atracción sexual y la tecnología. El máximo exponente japonés de esto es Testuo, el hombre de hierro (1989), pero el propio Ito ya había flirteado con estas ideas en mangas como Tomie o Uzumaki antes de la publicación de Gyo.

Curiosamente, Ito no suele ser el mangaka más ortodoxo a la hora de representar los géneros y subgéneros, de hecho, es algo que forma parte de su encanto.

Es más, en declaraciones del propio Ito en varias entrevistas, su idea con Gyo fue siempre la amenaza del Tiburón (1975) de Steven Spielberg a tierra firme. Algo bastante simplón que parece que terminó de pulir con la ayuda de su editor y su increíble imaginación.

Precisamente por eso resulta sorprendente que en Gyo tengamos todos los elementos de un buen body-horror: atracción sexual, tecnología y repulsión.

El olor, el otro protagonista

No obstante, la atmósfera de Gyo no se construye solo a través de terroríficas visiones de cuerpos humanos deformados, sino a través de algo que en el manga y el anime no se puede transmitir al completo: el olor.

El ámbito tecnológico explica con todo lujo de detalles cómo funcionan los pútridos pescados que atacan a nuestros protagonistas y cómo los olores de su descomposición son una pieza clave para describir su funcionamiento y naturaleza.

Este nivel de concreción otorga una base sólida al lector para imaginar a qué clase de olor se enfrentan los personajes cuando se menciona en un diálogo o se representa con sinuosas líneas en los paneles. Es un olor que anticipa la tragedia, el horror y que, parafraseando a los protagonistas de Gyo, es la muerte.

De hecho, es este olor el que hace que Kaori rechace un beso de Tadashi en las primeras páginas del manga. Algo que tendrá una rima trágica y terrorífica cuando la atracción que ambos sienten hacia el otro se desarrolle en este mundo de máquinas y putrefacción.

Para cerrar este apartado sobre el olor en Gyo, no podíamos dejar de señalar que la abstracción de esta característica puede que fuese uno de los motivos por los que su adaptación animada de 2012 fue tan criticada. Algo bastante sorprendente si tenemos en cuenta que el estudio que produjo la animación fue Ufotable, recientemente aclamado por su trabajo en Guardianes de la Noche (Kimetsu no Yaiba).

Dibujos al nivel de Ito

Hemos querido dejar lo mejor para el final. Evidentemente, el dibujo de Junji Ito en este manga es uno de los grandes puntos fuertes para justificar su compra.

Si bien es cierto que no es tan sorprendente o imaginativo como otras grandes obras del autor, Gyo incluye algunas de las imágenes más desagradables de toda su carrera. Aun así, también se podría argumentar que destaca más por el ritmo y la construcción de la narración      que por el propio dibujo en sí.

Los mejores ejemplos de esto están en su mayoría relacionados con la evolución de la putrefacción y sus efectos en los personajes, siendo Kaori la protagonista fundamental de este imaginario pútrido.

De cualquier forma, es innegable que Gyo cumple con todo lo que se esperaría a nivel de dibujo de una obra de Junji Ito, incluyendo también algunas de las manías y problemas del mangaka. Por ejemplo, la inconsistencia del dibujo en viñetas “poco interesantes” pero necesarias para el desarrollo de la narración.

Aun así, ¿a quién dangos le importa como dibuje Ito los 100 pescados-zombies que están arrasando Tokio en segundo plano? Imaginamos que a los lectores más exigentes les importará. Eso sí, nosotros preferimos que siga reservando toda su maestría para esas dobles páginas en las que el mal se apodera de los cielos y nos abre la puerta al terror cósmico, por poner otro ejemplo de otra de sus manías.

¿Es Gyo una lectura imprescindible de Junji Ito?

Por todo lo descrito en los apartados anteriores, creemos que Gyo es lo suficientemente única para destacar en la bibliografía de Ito, a la vez que mantiene los elementos más característicos y destacables de su obra.

Aunque puede ser una buena opción para iniciarse, pues es un tomo largo en formato único, sí creemos que no es lo más recomendable precisamente por lo que acabamos de comentar. En Gyo vemos posiblemente una de las mejores versiones del Junji Ito repugnante, pero posiblemente no encontremos al más aterrador.

De cualquier forma, creemos que sí es una lectura imprescindible para cualquier fan del autor y que no es una opción horrible para iniciarse en Junji Ito. Merece mucho la pena disfrutar de sus repugnantes pescados y posiblemente recordéis alguna que otra viñeta la próxima vez que percibáis cualquier pequeño mal olor…

¡Eso ha sido todo, seguidores de Hanami Dango! ¿Conocíais Gyo? Dejadnos vuestras opiniones en comentarios y seguidnos en redes sociales para no perderos ninguno de nuestros futuros post sobre el maestro del terror japonés. ¡Nos vemos! 🍡

1 COMENTARIO

  1. Fue mi primer contacto con Ito y uno de los primeros mangas que leí, y lo sigo releyendo cada varios años porque me sigue encantando. Ciertamente no es tan aterradora como tal, pero el escenario que plantea es uno de los peores apcalipsis que debe haber 😂

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