¡Hola de nuevo, familia Dango! Hoy nos pasamos por aquí para rescatar del olvido a una autora que ayudó a asentar las bases del josei y formó parte del movimiento nouvelle manga: Kiriko Nananan estuvo activa desde 1993 hasta 2003 y, pese a su limitada carrera tanto en tiempo como en número y extensión de obras, la solidez de su trabajo ayudó a que una propuesta tan diferente como la suya consiguiese hacerse un hueco y alcanzar el reconocimiento internacional. 

Pero, empecemos por el principio: ¿quién es Kiriko Nananan?

Como muchos otros autores antes que ella, Kiriko Nananan (1972, Niigata) se enamoró del medio ya desde su más tierna infancia: con 5 años empezó a dibujar y a leer manga. Cuando se convirtió en estudiante de secundaria y preparatoria, comenzó a enviar su trabajo a editoriales, recibiendo constantes respuestas negativas hasta que, en 1993, debutó con la historia corta Hole en la revista Garo mientras estudiaba en la Nippon Design College.

Garo fue un punto de inflexión muy importante para muchos autores y autoras de la época, ya que se creó con la idea de ser un espacio abierto en el que autores aspirantes tenían plena libertad creativa a cambio de renunciar a cualquier remuneración económica. Rápidamente se convirtió en la cuna del panorama underground así como en un laboratorio de ensayo que lanzó al mercado nombres como Ryoichi Ikegami, Maruo Suehiro, Yoshiharu Tsuge o Yoshihiro Tatsumi.

Kiriko Nananan reportaje_1 - Hanami Dango

Debido a esa libertad y a la madurez que fue adquiriendo, su estilo fue evolucionando hasta llegar a su cénit con Blue, que fue publicada en la editorial Magazine House dentro de la revista COMIC Are! en 1996 y posteriormente recopilada en un tomo único. Fue gracias a esta obra con la que comenzó a hacerse un hueco en el panorama internacional, algo que se vio consolidado con su adaptación al cine.

Blue como película se estrenó en 2002 y fue dirigida por Hiroshi Ando. El film consiguió salir de Japón con cierto éxito: fue proyectada en el Toronto International Film Festival y se alzó con un premio en el 24th Moscow International Film Festival por la actuación de Mikako Ichikawa. 

Pero Blue no sería la única adaptación: Strawberry Shortcakes, publicado en Shodensha en 2002 y Kabocha to Mayonnaise (1999) contaron ambas con adaptaciones cinematográficas, la primera dirigida por Hitoshi Yazaki en 2006 y la segunda por Masanori Tominaga más recientemente, en el año 2017. 

Como dato curioso decir que Kiriko Nananan participó como actriz encarnando a una de las protagonistas de Strawberry Shortcakes. Ninguna de las tres películas cuenta con distribución en nuestro país.

Kiriko Nananan reportaje_2 - Hanami Dango

No obstante, sus historias nunca tuvieron la oportunidad de probar el formato animado, algo común dentro del josei, que suele adaptarse con más frecuencia a doramas o películas de imagen real que a cualquier formato animado.

Hasta hace nada en España solo contábamos con dos de sus obras licenciadas, ambas publicadas por Ponent Mon y bastante complicadas de encontrar a día de hoy: Blue (2004) y El amor duele (Itaitashii LOVE, 2009), pero recientemente nos ha llegado una noticia maravillosa: Ponent Mon ha conseguido la licencia de Strawberry Shortcakes, que saldrá a la venta en un tomo único a partir de marzo de 2023.

Strawberry Shortcakes se serializó en la revista de moda Zipper (en la que también trabajó Ai Yazawa con su mítica Paradise Kiss) y cuenta las experiencias vitales de cuatro amigas en Tokio.

Blue, por su parte, es un precioso tomo único que narra la tormentosa historia de amor que nace entre dos chicas de secundaria, cuya edición en español fue hecha con bastante mimo: el papel es bueno y la impresión también. Y, por último, en El amor duele nos encontramos con una recopilación de historias cortas, muchas de las cuales fueron publicadas originalmente en Garo. Tristemente, su edición fue bastante peor. Siempre moviéndose dentro de la historia de formato corto y declarando a Kyoko Okazaki como una de sus grandes influencias —autora de Pink de 1989, que cuenta con una edición española de 2018 gracias, de nuevo, a Ponent Mon—, Nananan fecha el último trabajo del que tenemos constancia en 2003, desapareciendo desde entonces del panorama editorial, aunque presente en redes sociales (especialmente en Twitter).

Kiriko Nananan reportaje_3 - Hanami Dango

¿Nouvelle manga?

El movimiento Nouvelle manga nació como una síntesis entre el estilo de cómic franco-belga y el manga nipón y sus dos mayores representantes fueron Frédéric Boilet y Jiro Taniguchi.

En palabras de Boilet, uno de los objetivos principales de la nouvelle manga es poder sobrepasar los límites de los géneros, pudiendo alcanzar a un público más grande y haciendo que sus historias sean más universales.

Podemos apreciar fácilmente el cruce de culturas en este movimiento: la estética manga se mezcla con el realismo del cómic franco-belga, de la misma forma que el ritmo narrativo mantiene sus claras influencias tanto de la nouvelle vague francesa como del pausado hacer del cine japonés más realista.

Tal y como se puede apreciar en las obras de Boilet y Taniguchi, así como de la propia Nananan, estos tres artistas comparten (así como difieren) en numerosos puntos: el contraste tan hermoso que se crea en sus papeles con el uso del blanco y negro, el costumbrismo de sus historias así como la extensión de las mismas, la expresividad de sus personajes, el uso del silencio, el realismo siempre presente en sus diseños de personajes y fondos, el ritmo pausado y contemplativo… 

En sus inicios como editorial, Ponent Mon llevó a cabo la labor de promocionar este tipo de obras y autores en nuestro país, contando en su catálogo con la mayor parte de lo que nos ha llegado de Taniguchi, así como de Boilet y brindando la oportunidad perfecta para traernos a Nananan.

Más allá del movimiento nouvelle manga o de la demografía josei, que nos sirven como marcos para comprender tanto influencias como puntos de partida, Kiriko Nananan se define a sí misma al vestir a sus creaciones de un sello muy personal y reconocible.

A través de sus obras, pequeños fragmentos aislados en la vida de sus personajes, encontraremos preciosos microrrelatos llenos de soledad que retratan como un bisturí a la juventud japonesa y la sexualidad femenina: el nacimiento de una relación, la nostalgia por un amor ya marchito, la dicotomía entre querer continuar y a la vez romper los lazos con alguien, la sensación de vacío que muchas veces nos inunda al relacionarnos con los demás… 

Gráficamente se nota el cuidado que pone la autora en la creación de cada uno de los paneles, aprovechando al máximo todos los elementos del medio y distribuyendo los mismos de una forma muy original y, en cierto modo, cinematográfica. Especialmente destacables son el uso que le da al contraste entre el negro de la tinta y el blanco del papel y el marcado protagonisto que le da siempre a los objetos personales de los personajes en las historias. También destaca mucho la ausencia de fondos y tramas en virtud de la pulcritud y como forma de focalizar la atención en las expresiones y los textos.

Por todo ello, creemos que Kiriko Nananan merece un reconocimiento especial por su increíble labor artística y os recomendamos encarecidamente que le deis una oportunidad, ¡ahora que vamos a tener, después de tantos años, otra obra suya en español, no podéis perdérosla!

Kiriko Nananan reportaje_6- Hanami Dango

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