¡Bienvenidos, lectores de Hanami Dango! Hoy nos encontramos todos reunidos para dar un último adiós a El Gremio de Cazadores: Red Hood, manga que pudimos disfrutar completamente en español a través de MangaPlus.
Para ello, hemos decidido darle un giro a nuestros posts habituales y hacerlo en un nuevo formato que, en un alarde de puro «ingenio», hemos decidido llamar «Post Mortem». La idea con este tipo de post es hablar de animes y mangas cancelados (o que resulte muy poco probable que vayan a continuar) que consideramos lo suficientemente interesantes. Obras que merecen una oportunidad que las editoriales/productoras no les han dado.
¿Qué separa a esto de una típica recomendación de Hanami Dango? Pues que también se va a dedicar un hueco a hablar sobre lo que rodea al fin (que no el final) de estas obras. ¿Esto implica que habrá spoilers? No necesariamente, aunque todo dependerá de los aspectos que quiera hablar el redactor. De todas formas, avisaremos de cuando haya spoilers y dónde empiezan.

Título original: Red Hood.
Autor: Yuuki Kawaguchi (@KawaguchiTw).
Duración: 18 capítulos.
Inicio: 28 de junio de 2021.
Fin: 8 de noviembre de 2021.
Revista: Weekly Shonen Jump.
Géneros: fantasía, acción y aventura.
Érase una vez …
Red Hood (da un poco de pereza llamarlo El Gremio de Cazadores: Red Hood todo el rato) nos presenta como protagonista a Velou. Él es un huérfano que vive en una pequeña aldea bajo la custodia del alcalde y su mujer después de que muriesen sus padres y trata de ser de ayuda para «pagar» por todo el cuidado que ha recibido por su parte. Para el inicio del manga, dicha aldea se ve afectada por el ataque de hombres lobo, por lo que gastan todo su dinero para contratar los servicios del Gremio de Cazadores.
Los cazadores vienen a ser la típica profesión genérica de muchos nekketsu que sirve para englobar a casi la totalidad de los personajes habilidosos de dicha obra: ninjas, chamanes de jujutsu, cazadores (los de Hunter x Hunter), cazadores de demonios (creo que empezamos a ver un patrón, eh), etc. Ellos son los que se han encargado de extinguir algunas de las criaturas mágicas más poderosas, como los dragones, y su siguiente objetivo son los hombres lobo. La cazadora que se presenta en la aldea parece ser una niña, pero resulta ser la poderosa Grimm, «la de los cien cañones». Velou la ayudará en la caza y su habilidad estratégica llamará tanto la atención de Grimm que intentará convencer al chico a unirse al gremio.
Como podéis estar imaginando por ciertos detalles, el manga se ve influenciado bastante por los cuentos de hadas, especialmente la historia de Caperucita Roja. Esto no es algo que resulte novedoso, pues incluso ya hemos hablado de otras obras con las mismas influencias: RWBY, Burn The Witch (manga y anime) y Jin-Roh, con quien comparte exactamente la inspiración por la misma obra. En este caso, la inspiración resulta también ser a nivel de ambientación, estando en un mundo en el que podría haber ocurrido este cuento aunque con añadidos de ambientación steampunk.

Si hay algo por lo que Red Hood se hizo destacar rápidamente es por el trabajo artístico de Yuuki Kawaguchi. En una época en la que, tras Resident Evil Village, medio internet parece tener un fetiche con que les pisen mujeres grandes, el diseño hercúleo de ciertos personajes (especialmente, los femeninos) llamó mucho la atención. No es de extrañar que el mangaka fuera asistente de Kohei Horikoshi, creador de My Hero Academia, obra en la que también podemos encontrar a personajes del estilo, como Rumi Usagiyama/Mirko.
De todas formas, el dibujo del manga no vive solo de grandes mujeres musculosas, pues demuestra una gran calidad para ser la primera serie del mangaka. Cabe destacar el diseño de ciertas criaturas y construcción, que tienden a lo absurdamente sobrecargado, pero en un sentido positivo. En un mundo en el que la mayoría de las personas podrían partir varias nueces a la vez con sus bíceps, no desentonan unas construcciones tan barrocas.


Esto hace que todavía destaquen más los personajes pequeños, como la bruja Cenicienta o el propio Velou. Ciertamente, con el arco de entrenamiento que ha acabado siendo su arco final, iba camino de conseguir un deslumbrante «six pack» que sería la envidia de muchos aquí, pero eso no le va a servir de demasiado. Con o sin su tableta de chocolate, nuestro protagonista iba a ser un pez pequeño en un gran estanque de poderosas criaturas, por lo que su estilo de combate es más el de un estratega. Esto da lugar a (no muchos) enfrentamientos dónde Velou aprovecha a su favor ciertas habilidades, tanto de sus enemigos como de sus aliados, para acabar las batallas.
Y, si era tan listo, ¿por qué se canceló?
Buena pregunta, aunque la respuesta resulta bastante obvia: la popularidad. Como bastantes fanáticos del manga sabrán, la supervivencia de una serie en una revista como la Shonen Jump se debe a los rankings de popularidad de los lectores. Si no llamas la atención de los lectores, estás fuera de la liga. Puedes ser un manga cuya historia tenga un gran potencial, pero, si no causas interés, de poco sirve.
Nadie discute que este sistema pueda ser relativamente injusto para ciertas obras, pero en el caso de Red Hood es un resultado que tampoco se puede decir que sorprenda. No decimos que el manga sea malo o aburrido, pero la obra lo tenía muy difícil al querer meter el pie en uno de los sectores más disputados de la revista.

Red Hood es un nekketsu y ese es un campo que la revista y la editorial Shueisha han hecho su seña de identidad, pues muchas de las grandes obras de este estilo han pasado por la Jump. Ahora mismo, en la revista hay una gran competencia en este sector: One Piece, My Hero Academia, Jujutsu Kaisen, Dr. Stone y Black Clover. Podrán gustaros más o menos estas obras, pero han conseguido ganarse un gran público, por lo que hay que saber destacar para intentar alcanzar sus números.
Esta es una tarea bastante complicada, pues pertenecen a un género en que el público mayoritario se conoce sus bases al dedillo. Es aquí donde verdaderamente flaquea Red Hood. Aun trabajando bien las bases, no ha sabido destacarse entre su público objetivo de la revista. En algunos casos, ha sido tan simple como coger una moda del momento (como los superhéroes), pero las aventuras de Velou y Grimm no han parecido gozar de esa suerte (o habilidad). Tristemente, este es el caso de muchos mangas, por lo que nadie dice que Ayashimon, nuevo manga de Yuji Kaku que ha ocupado su hueco en la revista, no acabe de la misma manera.
Los mangas, títeres en manos de los lectores.
Ahora, queremos dedicar unos minutos al final del manga. Obviamente, este apartado tiene claros spoilers del manga, por lo que, si no lo habéis leído todavía y queréis hacerlo, os recomendamos que no continuéis leyendo el post. Advertidos estáis.
Con el examen para ser cazador llegando a su fin y la llegada a la sede oculta del gremio, empieza el caos. Pocos capítulos antes (tampoco es que haya muchos), se nos reveló que el alcalde de la aldea de Velou no había muerto por el ataque del hombre lobo del principio. Realmente, estaba aliado desde el principio con los integrantes de la Lista Roja, los que aparentaban ser los futuros antagonistas de la historia. Una vez terminado el examen, este secuestra a Velou para llevarlo ante la gran revelación de la historia.

Ambos llegan a una sala subterránea del gremio y es aquí donde se le revela a Velou la verdad tras el gremio de cazadores. Ellos, a través de una persona con el cargo de Caperucita Roja, se encargan de escribir el libro de la historia del mundo. Tiempo atrás, llegó a ellos dicho libro y, debido a la existencia de poderosas criaturas en el mundo, decidieron usarlo para acabar con todas estas criaturas en un santiamén.
El problema surge con la presencia de «los lectores», los dioses de este mundo, a quienes no les hace ninguna gracia un cambio así en el rumbo del mundo. Por tanto, la Caperucita Roja tiene la misión de ir escribiendo historias de héroes y villanos, de tragedias y victorias, etc, (llamadas «las tramas») para acabar una a una con las amenazas sin dejar de satisfacer a dichos dioses con un entretenimiento digno para ellos. El destino de las vidas de dicho mundo está a merced del entretenimiento de «los lectores» para evitar que acaben con toda la existencia de golpe y porrazo.
Es aquí dónde salen a la luz los planes del Alcalde. Su verdadero nombre es Ludwig Zepot (o Geppeto), un cazador legendario de hace 500 años. Al descubrir la existencia del libro y de los dioses, robó varias páginas del libro para borrar su existencia de la mayoría y creó una aldea en la que experimentar con el poder del libro. Es así como surge la existencia de Velou, un muñeco creado con el poder de anular «las tramas», lo que encaja con las historias de algunos personajes con los que se cruza nuestro protagonista. Su plan era hacerlo entrar en el gremio para que su influencia acabase con el poder del libro desde dentro. Esto implicaría el fin del mundo, pues este perdería su cohesión por la ausencia de «las tramas».
Todo acaba en una gran batalla de todos los cazadores contra Ludwig en la que Velou decide que no debe haber ni finales felices ni tristes, si no el camino que hace cada uno siendo protagonista de su vida. Es aquí, cual Pinocho, que deja de ser un muñeco, aunque en este caso es haciendo frente a la figura paterna que había guiado el rumbo de toda su vida.
Para ello, Caperucita Roja combina el poder de anulación de Velou con el libro para crear un arma capaz de detener al enemigo. Tras un golpe certero a Ludwig, este muere y tanto el libro como la anulación de Velou dejan de existir como tal, aunque su combinación permite la existencia de un mundo libre de «las tramas». Para terminar, Velou recoge la capucha de Caperucita Roja y se va con Grimm en búsqueda de aventuras en las que son libres de forjarse su propio destino.
No sabemos si esta idea ya la tenía planeada Yuuki Kawaguchi desde el principio o no. Lo más seguro es que varios de estos elementos estuvieran en la mente del mangaka para el verdadero final de la serie. Aun así, este desarrollo de los acontecimientos resulta en una broma final del autor al sistema de popularidad de las revistas que comentamos previamente.

Kawaguchi deja en claro que, al final, las historias (sobre todo, los mangas) no son creaciones libres de los autores, si no que siguen los designios del interés de los lectores. Unos seres todopoderosos con la capacidad de acabar con cualquier mundo que no consiga entretenerlos. Este es un mensaje que puede extrapolarse a cualquier medio: el grito de un autor pidiendo que le dejen contar su verdadera historia.
Hasta aquí nuestro primer Post Mortem. ¿Qué os ha parecido? ¿Tiene esta sección más futuro que el manga de Red Hood? Somos conscientes de que no genera tanto interés hablar de una obra que ha sido cancelada, pero, al igual que Yuuki Kawaguchi con su final, hemos venido a arriesgarnos. Dejadnos vuestras opiniones y posibles mangas y animes de los que hablar en los comentarios y en las redes sociales de Hanami Dango.
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