¡Bienvenidos, seguidores de Hanami Dango! En los últimos meses estamos viendo cómo son cada vez más los estudios de animación que apuestan por los animes deportivos. Con propuestas como Ao Ashi o Love all play para esta temporada de primavera, no podemos olvidar uno de los animes que llamó nuestra atención durante la temporada de invierno: Salaryman’s Club (Ryman’s Club). Por eso hoy vamos a repasar algunos de sus momentos más relevantes.
Entre raquetas e informes terminó el pasado 16 de abril la trama de Ryman’s, Una abreviación de salaryman que nos presenta a Mikoto Shiratori, un jugador de bádminton prodigio que después de meses de intentar mejorar sus resultados, la racha de partidos perdidos lo llevan al despido. Dispuesto a volver a vivir con su madre, recibe una llamada que le cambiará la vida al ser contratado en la empresa de bebidas Sunlight Beverage como parte del departamento de ventas así como jugador de su equipo de bádminton.

Lo que supone ser un «badaryman»
El estudio de animación LIDENFILMS, el encargado de proyectos como Tokyo Revengers, ha elegido dar vida a un equipo de bádminton que no deja indiferente. Un total de 12 episodios bajo la dirección de Aimi Yamauchi que se adentran en la trayectoria deportiva y laboral de Mikoto Shiratori, Tatsuru Miyazumi, Sota y Toya Saeki, y Koki Takeda. Con la ayuda de sus compañeros, Mikoto aprenderá las claves para ser un «héroe que crea el futuro con traje y plumas» o «badaryman» como diría Tatsuru. Por eso aunque en un principio intenta marcar las distancias, centrándose únicamente en el bádminton, también tiene que implicarse en las tareas de la empresa.
Aunque el esquema inicial pueda parecer repetitivo respecto a otros animes del mismo género, el punto diferenciador de este spokon es el hecho de que los jugadores no son estudiantes de instituto sino adultos que compatibilizan su trabajo y responsabilidades con el deporte. Un cambio significativo que nos regala escenas muy divertidas en una empresa que, en un principio, no tenía mucha confianza en su equipo. Sin embargo, desde la llegada del novato y los retos a los que se enfrenta cambiará el ambiente de trabajo en la oficina y también su forma de ser.

Es cosa de dos… o de cinco
Mikoto llegaba con la idea de jugar en individuales, por lo que tener una pareja en la pista no era siquiera una opción. Al verse dentro de un equipo la primera reacción no es precisamente positiva pero no tarda en darse cuenta que no todo puede hacerlo por sí mismo.
Después de este breve calentamiento, nos volcamos de lleno en el partido para repasar algunos momentos que envuelven a los protagonistas. ¡Llegan los spoilers!
Nos encontramos con un primer enfrentamiento entre Mikoto y Tatsuru, el mejor jugador del equipo. Con movimientos potentes que muestran sus habilidades y personalidades se disputan la posibilidad de jugar como pareja en dobles. Una declaración de intenciones por parte de ambos que termina con la derrota del recién llegado y la oportunidad de competir en dúo. Entre piques y bromas vemos como la relación de estos personajes evoluciona, aprovechando los puntos fuertes de cada uno para mejorar las jugadas y trabajar en la oficina. Una actitud que se aleja de la superioridad y menosprecio hacia sus compañeros que mostraba Mikoto en un principio.

Otro de los momentos que suponen un antes y después en el protagonista es el partido contra el equipo Tomari. Este empieza con un Mikoto inseguro por haber visto a su mejor amigo del instituto, Azuma Tachibana, después de varios años. La presencia de su antiguo compañero de dobles deja visible la culpa y arrepentimiento que llevaba años guardando. Con el recuerdo de un accidente traumático se muestra torpe casi todo el partido. Casi porque en un momento dado, sin necesidad de palabras, Azuma le da a entender que se alegra de su reencuentro en la pista y que aquel incidente que Mikoto intentaba ocultar y olvidar no había sido su culpa.
Superado uno de los retos personales del protagonista, el equipo debe enfrentarse a rivales tan fuertes como Unisics o Mitsuhoshi Bank. Todo ello sin descuidar sus deberes como encargados de ventas llevando a cabo la producción de una de las nuevas propuestas de la empresa. Una experiencia que contribuirá a que los protagonistas se conozcan y aprendan de ellos mismos.
Por último, posiblemente uno de los momentos más relevantes en la trama del anime ocurre cuando Mikoto recuerda a Tatsuru enseñándole a jugar bádminton en el parque donde se conocieron. Un flashback que nos presenta a un niño aprendiendo a jugar acompañado de un Tatsuru inexperto que está superando las primeras dificultades del ámbito laboral. En este encuentro se ve la evolución de un niño con ambición y de su futuro compañero de pista, así como la promesa en forma de pluma de continuar jugando al bádminton. Es una escena que reafirma el fuerte vínculo que tenían ambos personajes y que perdura en el tiempo. Reconduce las ideas de Mikoto y lo motiva a seguir luchando por un equipo que lo ha ayudado desde el primer día.


Además aclara el significado de la pluma blanca presente en el opening interpretado por Novelbrigh. Mientras escuchamos The Warrior se ve una transición que deja atrás la oscuridad que rodeaba a Mikoto en los primeros capítulos convirtiéndola en luz de la mano de Tatsuru que era la pluma que intentaba alcanzar. Un momento que adelanta la importancia de la relación de estos personajes.
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