¡Siempre es un placer encontrarnos, seguidores de Hanami Dango! ¿Cómo estáis? Nosotros mal, no vamos a engañaros. ¿Cómo se supera el penúltimo capítulo de la obra de Hajime Isayama? No lo sabemos, pero ha pasado ya una semana y seguimos sin procesar todo lo ocurrido. Porque fue mucho. Y muy duro. Dentro la reseña 138 de Shingeki no Kyojin.
Pero antes, como siempre, recordad que el manga está licenciado en España por Norma Editorial. Y podéis ver en la cuarta temporada del anime con el simulcast de Selecta Visión (en España) y con el de Crunchyroll (en Latinoamérica). ¡No os lo perdáis, que ya no queda nada para terminar y viene bien para recordar el manga!
Ahora sí, vamos al lío, que hay mucho de lo que hablar y con lo que llorar.

El capítulo 138 de Shingeki no Kyojin empieza justo donde lo dejó el anterior. Y es que la explosión de Armin para transformarse en el Titán Colosal consigue hacer que se venga abajo la enorme estructura que supone el Titán Fundador de Eren, pero claro, esos huesos tienen sus propias consecuencias. Una de ellas es justamente el pequeño tropiezo que da la madre de Reiner, rodeada de eldianos y marleyanos. Allí se dirigen todos los soldados y guerreros a lomos de Falco. Incluida Mikasa, que no solo está teniendo unos fuertes dolores de cabeza, sino que está pensando en las palabras que Eren le dedicó en su última conversación. Sí, esa que debimos ver en el capítulo animado del domingo, pero que no pudo ser por el terremoto en Wakayama. ¡Click aquí si no os habéis enterado de cuándo se emitirá!
Pieck, Gabi y Falco se reencuentran con sus familias por fin, en especial por los más pequeños, que no habían vuelto a verlas desde que se infiltraron en el dirigible de los de Paradise (recordemos, por tanto, que los padres de Falco ya no es que desconozcan que su hijo menor es ahora el Titán Mandíbula, sino que tampoco sabían aún que Colt está muerto). Incluso Annie divisa a lo lejos a su padre y ambos corren el uno hacia el otro. Pero la alegría dura poco.
Eren sigue vivo y vuelve a transformarse en titán en uno tan alto como el Colosal y con melenón; perdonadnos, hay que buscarle el humor en alguna parte, dispuesto a enfrentar a Armin. A la vez, el “ciempiés” que intenta retener Reiner empieza a dirigirse hacia donde se encuentran todos los eldianos. Se preguntan cómo diablos pueden matar a ese extraño bicho y deducen que tienen que matar a Eren. Que matar a Eren hará que todo termine.



Y es entonces, de verdad que se nos pone muy mal cuerpo con solo recordarlo, mientras vemos las conversaciones de Pieck y Falco con sus parientes, mientras el eldiano padre de Annie y el marleyano con el que discutía parecen llegar a entenderse, mientras padre e hija están a punto de volver a abrazarse, que un extraño humo nace del “ciempiés” y asciende hacia donde están todos.
Todos se preguntan qué es, pero Connie da con la tecla enseguida: Ragako, es el mismo humo que el de Ragako, el que transformó a su pueblo en titanes. Una sola viñeta con las caras de sorpresa e incomprensión de todos es lo que necesita Levi para ordenar que Mikasa, Pieck y él deben huir a lomos de Falco y debe ser ya. Porque van a transformarse en titanes. Todos. Excepto Ackermans y titanes cambiantes. Todos.
Así, asistimos, con todo el dolor de nuestro corazón, a la despedida de Jean y Connie, en la que ambos se rodean por los hombros y asumen su destino, mientras recuerdan su graduación y cómo fue el que más ganas tenía de entrar en la Policía Militar el que hizo que todos terminaran formando parte del Cuerpo de Exploración. Annie no llega a tiempo de abrazar a su padre. Y todos los eldianos se convierten en titanes puros. Perdonad, la redactora está intentando no venirse abajo.
Se está hablando mucho de Jean y de Connie, como es normal porque todos los queremos muchísimo, pero hay un personaje que está pasando muy desapercibido en todo este asunto. Gabi. Una vez más, una niña involucrada en todo esto, formando parte de toda la espiral de odio. Una niña con sueños, que siempre había querido lo mejor para los suyos, ser reconocidos como buenos. Una niña.
Pero… ¿por qué esto ahora? Eso es lo que no hemos conseguido entender. No entendemos a Isayama. No entendemos a Eren. Más allá del dolor subjetivo que podemos sentir ante esta escena, ¿por qué transformar a todos en titanes? ¿Solo para formar un ejército de protección para el “ciempiés”? ¿Como alternativa al ya detenido Retumbar, puesto que las transformaciones en titanes y los propios titanes acabarán con los marleyanos a su alrededor? Algunas veces, hemos llegado a comprender los planes de Eren aunque no los compartiésemos, pero en esta ocasión nos tiene bastante desubicados.
Llegamos ahora a sumar un poquito más de dolor, ya total. Por un lado, Eren y Armin, los amigos de la infancia, empiezan a pelear con sus respectivos titanes. Por otro, si ya era suficiente para Reiner tener que contener y neutralizar al “ciempiés”, ahora se le suma el verse atacado por todos los titanes puros. La viñeta en la que Jean, Connie, Gabi y la propia madre de Reiner están contra él, como titanes, nos destroza completamente. Pieck y Annie, Titán Carreta y Titán Hembra, acuden en su ayuda con sus rostros consumidos por las lágrimas. Porque ellas también acaban de perder a sus familias. Porque todos acaban de perderlo todo, a las pocas personas que les quedaban.
Pero es que el shock ante este capítulo no termina aquí, porque llegamos al culmen del episodio y a lo que más teorías (y polémicas) ha levantado. Falco sobrevuela ya muy cerca de Armin y Eren, así que Levi le avisa a Mikasa que se prepare, porque ellos, dada la situación, son los únicos que pueden matar a Eren. Pero la Ackerman está completamente superada: lo único que le gustaría es volver a casa.



Pasamos con ese pensamiento a una escena bastante diferente, en la que Mikasa despierta y, frente a ella, despertándola, está Eren. Y aunque con el pelo corto, Eren es adulto, ambos lo son, no es un recuerdo pasado. Viven solos en una casa entre los árboles de un bosque y junto a un lago. Y Eren menciona que abandonaron a los demás y que la guerra con Marley terminó hace unos meses. ¿Es una fantasía de la vida que pudieron haber vivido? No, parece más que eso. No puede ser solo un deseo interno de Mikasa. No cuando son varias las frases que nos transportan al primer capítulo de Shingeki no Kyojin.

Eren le pregunta a Mikasa por qué llora, porque ella despierta llorando sin saber por qué… de la misma forma que él despertó llorando en el inicio de todo y recibió la misma pregunta de la chica. La penúltima página del capítulo tiene de nuevo el «nos veremos después, Eren» y desde una perspectiva diferente, en la que Mikasa está de lado y no de frente, pero que se nos confirma como la misma escena: porque Eren está también de lado, mirándola, lo que hace que interpretemos la del primer capítulo como la perspectiva de él.
¡Pero regresemos al orden en el que se nos ha presentado el episodio! Nada más ubicarnos dentro de la nueva escena, con Eren hablando de su huida, el portador del Titán Fundador le pide a Mikasa que, cuando él muera, cuando dentro de cuatro años él muera, se deshaga de la bufanda y se olvide de él. Y este es el detonante que nos hace regresar a la escena del conflicto, en la que el Titán Colosal acaba de recibir un puñetazo en toda la cara y el Titán Acorazado, el Titán Carreta y el Titán Hembra están rodeados por los titanes puros, y Mikasa saca la bufanda de su camisa y no solo se la pone alrededor del cuello de nuevo, sino que la aprieta bien fuerte, decidida. Decidida a matar a Eren.


Entre Armin, Mikasa y Levi consiguen que la Ackerman pueda entrar en la boca del titán, donde se encuentra Eren. No vemos el momento exacto en el que le corta la cabeza, pero sí las miradas y regresamos a la otra escena, pero en el futuro, donde ya han pasado los cuatro años y Eren está muriendo. Mikasa coge su cabeza entre sus manos y mientras se acerca a él, le susurra esa frase. «Nos vemos después, Eren».
Como última página del capítulo 138 de Shingeki no Kyojin, tenemos a una Mikasa que besa la cabeza cortada de Eren, mientras Ymir, la fundadora, observa al fondo también dentro de la boca.
Demasiadas emociones. Recapitulemos: todos los personajes, a excepción de Ackermans y titanes cambiantes, se han transformado en titanes puros, hemos visto algún tipo de “realidad paralela” y Mikasa ha matado a Eren. Wow. Demasiadas emociones, definitivamente.
Sobre la escena de Mikasa y Eren, se ha hablado largo y tendido. Que es solo una fantasía de Mikasa de lo que podría haber sido (nosotros no creemos que sea así). Que hay diferentes universos con diferentes realidades y esta era solo otra de las posibles. Que esa realidad ocurrió, pero Eren, con su poder de Titán de Ataque, envió sus memorias antes de morir para intentar cambiarlo, que sería la escena del primer capítulo. Que, que, que. Hay muchas teorías. ¿Cuál es la vuestra?


Respecto al siguiente capítulo también hay muchas teorías y muuchos deseos. Sí, como no podía ser de otra manera, hay personas con la esperanza de que Jean, Connie, Gabi y compañía puedan volver a ser humanos o, si no es posible que todos, al menos sí algunos. A nosotros también nos gusta la idea, no vamos a engañaros, no nos gustaría tener que despedirnos definitivamente de ellos. Hay quienes piensan que quizás podrían heredar algún poder titán (en una de las viñetas, Jean está ya mordiendo directamente en la nuca de Reiner) y quienes directamente creen que “la maldición de los eldianos” podría romperse o algo así, que Ymir fuese libre por fin y los eldianos también y, por consiguiente, dejase de haber titanes. ¿Vosotros qué pensáis? Nosotros recomendaríamos no tener demasiadas esperanzas e ir preparando pañuelos, porque todavía pueden venirse muchas curvas y el final pinta bastante potente.
Ah, ¿y… somos los únicos que han pensado en Historia? Sí, ya sabéis, Historia, con sangre real, y que lo último que supimos de ella es que estaba dando a luz. Y también sabemos que cuando los portadores de titanes mueren sin pasar su poder lo hereda el primer bebé que nace. Y que Zeke ha muerto. Y que Eren también.

Por hoy terminamos, compañeros del fandom de Shingeki. Esta obra está llegando a su fin y ya no sabemos si queremos que termine para descubrirlo todo y dejar de sufrir o retrasaríamos su desenlace hasta el infinito. Sabéis que no es la primera reseña que hacemos de su manga, ¿no? Disculpadnos por haber roto tanto “la cuarta pared” en esta, pero era nuestra forma de sobrellevarlo demasiadas caídas al hoyo por culpa del capítulo 138. Que la espera por el 139 no se os haga muy tediosa y recordad que tenemos un servidor de Discord. ¡Nos leemos en otra ocasión, seguidores de Hanami Dango!
Espectacular reseña. Felicitaciones.
De un espectacular episodio de Shingeki, creo que hacía mucho que no sentía esas sensaciones al leer un episodio.
Y no fueron sensaciones malas, sino el recordatorio del nivel de historias y eventos que tiene ésta serie.
En lo personal, comparto mucho de lo que cuentan.
Me gustó ver los posibles finales del personaje principal según los «caminos» que uno tomaba (que inevitablemente iba a morir gente! recuerden).
Podemos decir que tuvimos el final alternativo y el real al mismo tiempo. Incluso decir que ambos forman uno. Un circulo que se cierra con la 1er viñeta del manga. (vaya a saber como lo resuelve el anime)
Me sorprendió que a muchos les «shockea» la escena del beso, como si no hubiéramos visto a las hijas del rey comer los restos de Ymir!
Algunos puede que se hayan equivocado al querer pensar un final de una novela ajena. Donde el mismo Isayama dijo que «se iba a hacer un Spa con las lágrimas que nos iba a sacar al final»
Yo también cometí ese error, pensando que la oportuna reunión con todos los familiares iba a ser un «fan services», pero NO, fue para mostrarnos en la cara que «Este mundo es cruel», incluso hasta en sus últimos momentos.
Ésto es Shingeki, y definitivamente va a dejar un antes y después.
PD: Unas sutiles aclaraciones,
1. El «cienpies» no se dirige hacia la gente, quedó estampado en la pared de la fortaleza tras la explosión.
2. El grito de Falco (por alguna razón relacionada con Zeke supongo) es el que transforma a todos en titan.
3. Si se ve el momento exacto donde la cabeza se corta, solo que el pelo tapa un poco el efecto del corte.
Saludos desde Argentina.
¡Muchísimas gracias por tu comentario! Es un capítulo muy bueno y, como tú dices, nosotros también recordamos a las tres niñas comiéndose a Ymir, esta historia ha tenido momentos mucho más escalofriantes que ese beso JAJAJAJAJA Isayama nos demuestra cada mes lo grande que es el mundo que ha creado
¡Gracias también por corregirnos siempre que sea necesario! Y es que en referencia a las aclaraciones: posiblemente tengas razón con lo del «ciempiés», no nos quedaba muy claro si había ido hasta allí de forma voluntaria o no. Igual que lo de Falco, que lo hemos visto comentar en redes, pero, como no es algo que se sepa al 100%, no quisimos añadirlo en el post para no confundir a la gente si no fue exactamente así. ¡Y estás en lo cierto en lo de que se ve el momento en el que le corta la cabeza, pero nos referíamos a lo que añades después, a que no se llega a aprecia el corte como tal, ni vemos la cabeza cortada hasta el beso!
¿Nos leemos el mes que viene con el gran final? 😉
Por supuesto que vuelvo el próximo mes.
Y debatir del cierre de éste espectacular Mundo Cruel.
Saludos!