¡Muy buenas a todos, lectores de Hanami Dango! En el día de hoy os vamos a presentar una crítica sobre uno de los nuevos animes de Netflix Originals, Yasuke.
Puede que a algunos os suene el nombre de Yasuke, puesto que es un personaje un tanto curioso que existió realmente en la historia japonesa. Fue el primer hombre negro en convertirse en samurái bajo el gobierno de Oda Nobunaga y luchó hasta el final por su señor. No hay mucha información sobre él, pero varias series, cuentos y videojuegos se han basado en su persona.

Yasuke llegó a Japón en un barco de esclavos con el jesuita Alessandro Valignano. Estaba entrenado para luchar y su gran tamaño en comparación con los japoneses de la época le valió para que Oda Nobunaga decidiera comprarlo y usarlo como guardaespaldas. Una anécdota que aparece en la serie es que Oda Nobunaga hizo que desnudaran a Yasuke para frotarle la piel y cerciorarse de que su color no era ninguna clase de tinte.

LeSean Thomas, el creador de la serie, es un veterano de la industria que ha trabajado en títulos como Ben 10, La Leyenda de Korra o Black Dynamite, ocupando puestos desde animador, dibujante o escritor, hasta llegar a ser director de su propia serie. Este anime está animado por Studio MAPPA, famoso por títulos como Kakegurui, Jujutsu Kaisen, Shingeki no Kyojin: The Final Season, Yuri!!! on Ice y la última temporada de Hajime no Ippo.
En el tráiler de la miniserie podemos ver elementos bastante atrayentes: un dibujo cuidado, una historia única y diferente, combates sin apenas censura, ese toque hiphopero al estilo Samurai Champloo… Pero, de cara a la mitad del metraje, se empiezan a vislumbrar algunos detalles que nos comienzan a extrañar.
La invención de un universo fantástico donde los alienígenas o poblaciones que viven aisladas del mundo aportan tecnología que no debería estar en esa época es una temática recurrente en algunas series de animación, creando así un anacronismo que puede resultar en una mezcla bastante interesante. Pero en este caso no es así.
La serie tiene solo seis episodios, así que es de esperar que el ritmo sea frenético y vayan al grano. Desgraciadamente, creemos que se lo tomaron demasiado en serio y dejaron demasiados temas pendientes por trabajar.
Una trama interesante, pero con fisuras
El desarrollo de la trama no tiene mucho sentido. Al principio esperábamos que mediante flashbacks nos fueran explicando cómo se llegó a ese punto y el porqué de las cosas, pero, a medida que pasaron los minutos, nos dimos cuenta de que no iba a ser así y nos sentimos un poco engañados. La serie empieza en un campo de batalla en el que vemos a samuráis luchando y algo de magia. Acto seguido, empiezan a aparecer mechas samuráis gigantes con motosierras simulando espadas. No se habla en ningún momento de dónde sale toda esa tecnología ni de por qué solo la tiene un bando. Lo mismo pasa con los personajes, que tienen un desarrollo muy pobre.

Personajes completamente aleatorios y sin fondo
El trabajo hecho con los personajes lo podríamos dividir en dos partes: Yasuke y los demás. Se nos cuenta la historia de Yasuke, sobre cómo llegó a Japón, cómo se convirtió en un hombre de la confianza de Oda Nobunaga y a lo que se enfrentó para llegar a su situación actual. Podemos ver cómo algunos personajes tratan con desprecio a Yasuke por su color de piel y otros dejan de lado ese aspecto y lo aprecian por sus acciones y comportamiento. Veremos cómo Yasuke vive atormentado por su pasado y reviviremos los sucesos que le causaron esos problemas.

En cuanto a los demás personajes, el trabajo es algo pobre. A la coprotagonista, Saki, apenas la conocemos: no sabemos de dónde viene ni por qué tiene poderes o cuál es su papel en este mundo. Durante gran parte de la serie es una niña que necesita ser salvada, enferma y que no controla sus poderes. De repente, se convierte en la persona más poderosa de toda la serie, su enfermedad ya no es limitante y se vuelve una niña confiada y valiente. Junto con Saki se nos presenta a Ichika, su cuidadora y madre adoptiva. No conocemos mucho sobre ella ya que aparece muy brevemente, pero sabemos que es poderosa y que le tiene un gran cariño a la niña.
Durante los flashbacks también podemos conocer a Natsumaru, una onna bugeisha (‘mujer samurái’) que servía a Oda Nobunaga y que tenía buena relación con Yasuke desde que le salvó la vida cuando era una niña. Es un personaje ficticio, pero al menos sí que tiene un desarrollo en la serie aunque queden una serie de incógnitas sin resolver, como qué clase de relación tenía con Yasuke o desde cuándo estaba infiltrada en el grupo.
Saki Ichika Natsumaru
Sobre los antagonistas, se nos presentan varios problemas. El primero es que no tenemos ni idea de quiénes son ni de dónde salen. De hecho, de uno de ellos no conocemos su nombre hasta el último episodio y casi por accidente. También, la tipología de los enemigos es un poco extraña. Entre un grupo de mercenarios, tenemos a una mujer con una hoz gigante, una rusa que se transforma en un oso de batalla, un robot con láseres y misiles y un personaje que parece recién salido de JoJo’s y que hace las de un monje de piel oscura que invoca stands para que peleen por él.
Tampoco sabemos de dónde viene la antagonista principal, solo que quiere dominar todo Japón, que lleva viviendo varios siglos y que necesita más poder para seguir viviendo. Su misión es encontrar a Saki y robarle todo su poder. Controla a los demás ofreciéndoles parte de su poder y haciéndolos superhombres.

Si hay un personaje bien trabajado en esta historia ese es Abraham, un misionero jesuita que quiere hacerse con el poder de Saki, nuestra coprotagonista. Los misioneros jesuitas eran comunes en esa época en Japón, ya que tenían la misión de convertir a la población al cristianismo. Observaban a la población, buscaban sus necesidades e intentaban convencerlos de que se convirtieran mediante la palabra, la educación, ofreciéndoles recursos o, incluso, sobornando a los daimyō —grandes terratenientes japoneses— con armas o bienes comerciales para que ellos mismos predicaran a los habitantes de sus dominios. Dicho esto, tampoco se explica de dónde vienen los poderes del misionero y por qué puede transformarse en una abominación, pero al menos podemos intuir que ha recibido ese poder de la iglesia católica.

Sí que podemos encontrar a algunos personajes que provienen de la historia japonesa real y, aunque exageradas, sus acciones son bastante parecidas a lo que pasó hace varios siglos en Japón. Un buen ejemplo sería Akechi Mitsuhide, un daimyō que se encaró con Oda Nobunaga en la realidad y fue uno de los causantes de su muerte en el Incidente de Honnō-ji, con el que iniciamos este anime. Hattori Hanzo también aparece siendo derrotado por la comitiva de Nobunaga, aunque es caracterizado como un ninja y en la realidad fue un samurái como otro cualquiera.
Un trabajo artístico bien hecho
Los escenarios están bastante bien logrados y el dibujo tiene buen detalle. Un ejemplo es que, cuando vemos una superficie de madera, han dedicado tiempo a dibujar el veteado de la superficie y no han rellenado simplemente con colores planos y sombras. Cabe destacar que en algunos momentos parece que se olvidaron de los detalles, puesto que las caras de los personajes secundarios o extras no tienen detalle alguno.
La historia se desarrolla en el Japón feudal y parte de esta de ocurre en los terrenos de Oda Nobunaga, donde podemos observar el Honnō-ji, uno de los templos preferidos para el descanso del gobernante en Kioto. El resto de la historia se desarrolla en bosques, aldeas y lugares ficticios, aunque siempre manteniendo la estética japonesa y con unas notas sutiles del paso de los primeros occidentales por el país.

No necesitamos un mapa para saber que la animación será de calidad
La animación es muy buena, viniendo de Studio MAPPA no creemos que nadie tuviera alguna duda de que esto fuera así. Los combates son emocionantes y podemos apreciar desmembramientos o cortes imposibles con inmensas cantidades de sangre brotando. Los efectos de iluminación y los reflejos en el agua o en las armas son también un muy buen detalle.

En los momentos fuera del combate, la animación se mantiene fluida, con movimientos naturales de los personajes y con buenas expresiones faciales que expresan perfectamente la emociones en todo momento. El único punto negativo en la animación es que en algunos momentos el CGI contrasta demasiado con el dibujo y parece que esté un poco fuera de lugar.
La banda sonora vale la pena escucharla, al menos una vez
La música está cuidada, el compositor Flying Lotus trabajó con mezclas de hiphop, música africana y sonidos japoneses para crear la banda sonora. Algunos artistas que colaboran en los temas son Thundercat, Niki Randa o Denzel Curry. El opening, llamado Black Gold, te hechiza cada vez que empieza un nuevo episodio y se te pasan las ganas de darle al botón de saltar la introducción. El sonido ambiental y los efectos especiales son correctos, aunque nada impresionante.
Lo que podría haber sido, pero no fue
Da la sensación de que esta serie se ha quedado corta con solamente seis episodios. En nuestra opinión, si hubieran sido doce o catorce episodios, hubiera dado tiempo a desarrollar mejor a los personajes y a contar una historia que tuviera sentido para el espectador. En su estado actual, tenemos una serie bonita de ver, pero nada más. Las faltas de coherencia y de contexto hacen que te preguntes por qué la estás viendo y si es necesario continuar. El concepto del anacronismo está mal aprovechado y hay elementos que parecen demasiado forzados dentro de la serie. Es una lástima, ya que este anime con un poco más de trabajo podría haber sido una muy buena obra.

Hay muchos otros animes que deberíais ver antes que este, pero si ya habéis visto todo lo que está disponible online, tenéis una cuenta en Netflix y tiempo para gastar, podéis verla para tratar de entreteneros un rato.
Esto es todo por hoy. ¿Vais a darle una oportunidad a Yasuke? Si estáis buscando algún anime interesante para ver, podéis pasar por nuestra sección de recomendaciones y seguro que encontráis algo digno de vuestros ojos. ¡Hasta pronto, seguidores de Hanami Dango! 🍡
La verdad es que sí es bastante desastroso. Personalmente aspectos como las tecnologías absurdas o magias sin explicación no me molestan demasiado, simplemente pienso que su mundo es así y ya (de hecho me era emocionante esperar qué nuevo poder loco iban a mostrar jajaj), pero la trama en sí va muy rápido, se siente extraña, y a la larga el uso de muchos personajes, como el grupito de mercenarios, es… si sentido.
Pero tremendo opening, sí.
Bueno, no siempre todo puede ser bueno. Aunque hemos visto que MAPPA sigue haciendo cosas maravillosas y que hay canciones no-japonesas que funcionan a la perfección con el anime.
¡Un saludo y gracias por pasarte!