¡Hola, hola, seguidores de Hanami Dango! ¿Qué tal lleváis la llegada a su fin de muchos de los animes de esta temporada? Gracias a Dios, la temporada de verano está a la vuelta de la esquina y… ¡al que se cierne sobre nosotros hoy todavía le queda mucha guerra que dar! En esta ocasión, nos reunimos por Yesterday wo Utatte, del que estamos a punto de conocer su desenlace. Simulcast disponible en Crunchyroll.
Basado en el manga de Kei Tôme, Yesterday wo Utatte ha sido animado por el estudio Doga Kobo (Himouto! Umaru-chan, Love Lab, Plastic Memories) y algunos de los miembros de su staff son Fujiwara Yoshijuki (Ao no Exorcist, CG-bu) y Tsuchiya Masaki (New Game!, Wotaku ni Koi wa Muzukashii), como director y como director de sonido respectivamente.
La historia que este anime nos cuenta comienza medio año después de que Uozumi Rikuo terminase su carrera universitaria. Pero a diferencia de otros de sus compañeros ya colocados, a su graduación no le siguió un empleo relacionado con la fotografía, algo que parece entusiasmarlo, sino que dedica sus horas a un trabajo de media jornada en un konbini o minimercado.
Pero esa no es la única novedad. O más bien al contrario, la no-novedad: Rikuo no fue capaz de declararse a su compañera Shinako después de la graduación, movido un poco por esa lógica que dice que, si no lo intentas, no te pueden rechazar. Ahora, a la vez que Shinako reaparece (con el estudiante Rou siempre revoloteando a su alrededor), la joven Haru también hace acto de presencia en su vida… para hacerle replantearse todo.

El triángulo amoroso que, de entrada, ya parecía difícil al presentarnos a un Rikuo que no quiere a Haru, pero sí a Shinako, cuando a la que le gusta es a la primera, se complica a cada capítulo que pasa. Cuando descubrimos que Shinako no ha tenido ningún tipo de relación romántica o sentimientos amorosos desde que su enfermizo amigo de la infancia, del que estaba perdidamente enamorada, muriese, algo que no ha terminado de superar; cuando descubrimos que Rou, el hermano menor del mismo enfermizo amigo de Shinako, está loco por ella y no tiene ninguna intención que no sea la de ocupar el hueco que dejó su hermano en el corazón de la chica.
El anime adaptará con doce capítulos los once tomos del manga ¡y ya hemos podido ver diez, casi todos! Con buen ritmo, cambiando a qué personajes dirigir la atención en cada momento para que no se haga pesado, entremezclando las tramas y subtramas abiertas, Yesterday wo Utatte juega tan bien sus cartas que cada capítulo, cerrado en el mejor momento (o en el peor, depende de según cómo se mire), nos deja con la necesidad de que el tiempo corra para tener una nueva entrega.
Los personajes son muy diferentes entre sí. Haru es la más carismática, llena de energía, mientras que a Shinako le rodea cierto aire de tristeza. Rikuo aparenta una personalidad más seria la mayoría del tiempo, algo que también podríamos destacar de Rou… aunque en muchas escenas deje ver su lado más inocente, más juvenil, emocionado con el mínimo acercamiento de Shinako ¿puede que este personaje nos genere cierta debilidad?.

En la información de la serie que ofrece Crunchyroll, podemos leer «una historia de un día a día en el que el 49% del tiempo se mira al pasado y un 51% del tiempo se mira al futuro». El pasado en el que nos conocimos, el pasado en el que te perdí; pero también el pasado de las fotografías, ese gran reflejo de un tiempo anterior, que inundan el anime gracias a la excusa de la afición a la cámara de Rikuo.
El futuro en el que ya te habrás enamorado de mí, en futuro en el que seremos felices. El futuro parece ser más cercano a los dos personajes más jóvenes, Haru y Rou, con más optimismo hacia sus objetivos sentimentales, con esas ganas de seguir luchando por el amor que quieren, de no rendirse. El pasado forma más parte de Rikuo y Shinako, por ser en el que está atrapada la segunda, hundiendo en él también al primero, al estar encadenado a él el corazón de la persona a la que quiere.

Nosotros… no estamos de acuerdo del todo con esos porcentajes: para nosotros, el pasado parece tener más peso. El recuerdo de Haru conociendo a Rikou (y Rikuo no recordándola) es pasado; Shinako siendo profesora de Haru antes de que dejase las clases es pasado; la relación de Shinako y Rou, sustentada por la historia familiar que les une, es pasado.
Incluso la ambientación de este peculiar anime que no tiene opening, pero carga ya con tres endings diferentes a sus espaldas, es pasado. Es pasado el primer ending, lleno de instantáneas y hasta negativos, pero también el segundo, con un plano de una máquina de un videojuego cuyos protagonistas son los del anime, que si bien siguen existiendo, el estilo retro que han elegido para representarla no es casual. Igual que tampoco lo es la aparición de los teléfonos con disco de marcar u otros elementos que cada día llamaríamos más vintage.


Y ya que mencionamos la ambientación, por qué no hablar, como curiosidad, también de las localizaciones, pues como bien señaló Crunchyroll en su cuenta de Instagram muchos de los lugares en los que vemos a nuestros personajes, son reales. Podría parecer algo que carece de importancia, ya que podríamos no darnos cuenta, pero es algo que aporta gran realismo, al ser el entorno de los protagonistas más cercano, incrementando el nivel de identificación que podemos sentir con ellos al creerlos más cercanos.

Pero nos estamos olvidando de algo. ¿Yesterday wo Utatte no mira nunca el presente, solo hacia adelante o hacia atrás? La respuesta rápida parece ser que no, que no lo hace… aunque no sea la correcta, no al menos tras el final del capítulo diez. Ese final de capítulo que no habla de pasado, pero que tampoco de futuro; ese final de capítulo en el que Shinako habla de avanzar, aunque sea despacio (lo que implica alejarse del pasado), algo que quiere sonar esperanzador por algo más entre ella y Rikuo. Ese avanzar despacio suena a pequeños pasos, suena a mejorar día a día. Suena, definitivamente, a presente.
Nosotros no pensamos perdernos como siguen todas estas historias, en pasado, en presente y en futuro.

*¡Actualización del post tras el capítulo final!*
Yesterday wo Utatte es un anime que a cada paso que daba, nos enamoraba más, teniéndonos completamente enganchados, pero os mentiríamos de no deciros que su desenlace nos ha resultado agridulce. Creemos que la decisión de animar esta historia en solo doce capítulos no ha sido la mejor: la conclusión nos ha resultado apresurada, con prisa. Gustando más o menos la elección amorosa de Rikuo, da la sensación de que ha sido sacada de la manga, de que no cuadra.
No parece que esté justificado, que haya pruebas de que esté enamorado. Nunca dio la impresión de que realmente viese a Haru de esa manera. Nos faltan escenas, nos faltan episodios. Nos falta contenido para que de verdad nos creamos el final que nos han dado. Además, parece como si nada hubiese cambiado, solo Rikuo, más seguro y con pareja. Shinako continua en el pasado y Rou colgado de ella, sin disposición a rendirse. Haru, que se enamoró de Rikuo sin conocerlo de absolutamente nada, mantiene ese enamoramiento ferviente.
Pero, algo que nos dejó muy buen sabor de boca, y que rescatamos para que vosotros tampoco os vayáis tan fríos, es cómo se ha zanjado todo entre Shinako y Rikuo. La pareja fallida decretó su futuro tras una conversación de lo más tranquila, en la que pudieron volver a ser ellos mismos… y en la que el resultado no fue solo la ruptura, sino el volver a ser amigos, el mantener su amistad. El mejor final que podría tener una relación con el peor final.

¡Hasta aquí llega nuestro encuentro de hoy! ¿Qué os ha parecido Yesterday wo Utatte? ¡A nosotros nos apetece leer el manga (más aún tras su final)! Y hablando de manga, ¿habéis leído ya nuestro post sobre HoriMiya? Tanto si a vosotros sí os ha entusiasmado el desenlace, como si estáis de acuerdo, ¡podéis decírnoslo en los comentarios o a través de nuestra redes sociales! ¡Nos leemos en otra ocasión, seguidores de Hanami Dango!
[…] Yesterday wo Utatte: relaciones del pasado que saben a futuro […]
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